Editorial | PGE2022: Un espaldarazo a la digitalización como pilar de la recuperación económica

Por David Cierco, director ejecutivo de la Fundación Alianza Digital 2030

Si otras crisis económicas anteriores, como la de 2008, provocaron recortes en la financiación de la transformación digital del país, la que estamos viviendo actualmente generada por la pandemia del Covid-19 ha supuesto un giro en la dirección opuesta: lejos de disminuir los fondos para este propósito, la administración pública ha entendido la importancia de la digitalización como pieza clave para la recuperación económica. 

Lo vimos primero con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), en el que un 30% de los fondos europeos correspondientes a España irán dirigidos a la digitalización. Este mes, con la presentación del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el 2022, se vuelve a reforzar esta idea con más de 13 mil millones de euros destinados a las partidas de I+D+i y digitalización, de los cuales más de 7 mil corresponden al último concepto. Se trata de una cifra récord, que supone un aumento del 7% con respecto al año pasado y un abismante 88% si lo comparamos con el 2020. 

Este espaldarazo a la transformación digital no puede sino alegrarnos a quienes somos parte del ecosistema innovador, y como una fundación que promueve una sociedad digital sostenible e inclusiva, celebramos el reconocimiento del potencial de la tecnología y la innovación para el desarrollo del país. 

En ese sentido, destacamos el foco en la partida de gasto en la digitalización en los distintos ámbitos (pymes y emprendimiento, sanidad, industria, turismo y administración pública), así como en otras áreas que se relacionan con la transformación digital, como la conectividad y el despliegue de las nuevas redes 5G, la relevancia de la ciberseguridad, el Plan Nacional de Competencias Digitales, la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial y el Plan España Hub Audiovisual, entre otros. 

Sin embargo, es importante recalcar que presupuestos de esta magnitud requieren de una alta exigencia en la ejecución, en la que es más que necesaria la colaboración de la administración pública con el sector privado para que estas herramientas y reformas tengan un efecto realmente transformador para la economía nacional. 

Así, con las prioridades establecidas y los fondos ya comprometidos para desarrollarlas, el gran reto llega ahora. Y es un reto que nos involucra a todos, ya que sin cooperación, sin inclusión y sin integración, los nuevos presupuestos para el Estado no podrán lograr una real transformación digital del tejido empresarial del país. 

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