Algunos países han comenzado a implementar la trazabilidad e inmutabilidad de las cadenas Blockchain en sus licitaciones y registros como forma de garantizar la transparencia y evitar el fraude. No obstante, la mayor parte de los estados siguen siendo muy cautelosos a la hora de implantarla.
El gran interrogante que se plantean diferentes organismos nacionales e internacionales es si puede ser posible emplear todas las ventajas de la tecnología blockchain para controlar de cerca las licitaciones y otros procesos de la administración pública, a fin de reducir los casos de corrupción en el mundo. La aplicación de esta tecnología traería consigo una revolución que permitiría, según algunas estimaciones, evitar el gasto de un billón de euros que se produce anualmente en todo el mundo debido a la corrupción y otras prácticas fraudulentas.