El uso de la inteligencia artificial en medicina cada vez abarca más campos de la medicina, y es innegable que su impacto es clave en muchos aspectos.
Estamos frente a una herramienta con la capacidad de transformar la medicina a la que estamos acostumbrados. De acuerdo con un estudio publicado en ‘Nature’, el último avance en este ámbito tiene que ver con un diagnóstico en tiempo real.
Cuando un paciente se somete a una operación quirúrgica para extirpar un tumor o tratar una enfermedad, el desarrollo de la cirugía generalmente no está predeterminado, ya que depende de diferentes variables, las cuales se conectan directamente a la recolección, el análisis y el diagnóstico de una enfermedad.
Para realizar los diagnóstico patológicos se pueden utilizar dos métodos: uno que produce imágenes de alta calidad, pero con un proceso laborioso y con una espera de 12 a 48 horas, o un diagnóstico rápido, en el que se aplica criosección pudiendo distorsionar los detalles celulares y comprometer o desgarrar el tejido delicado aunque acortando el tiempo de espera de horas a minutos.
Para evitar esto, un equipo de la Universidad de Harvard ha desarrollado un método que toma los beneficios de la inteligencia artificial para traducir entre secciones congeladas y el enfoque estándar, mejorando la calidad de las imágenes para aumentar la precisión de los diagnósticos rápidos.