La brecha digital en España aumenta las desigualdades sociales y distancia a los más vulnerables de situaciones comunes y necesarias como lo son los trámites administrativos digitales.
El motivo principal es que, en una sociedad altamente digitalizada, las personas que no acceden a este sistema quedan cada vez más lejos de poder realizar tareas esenciales para su función personal y social. Según evidencia un estudio dado a conocer por la Fundació Ferrer i Guardia, no es cierto que la pandemia del covid-19 haya disminuido la brecha digital existente, arrojando que solo una cuarta parte de la muestra cree que sus habilidades digitales han mejorado tras la pandemia, descendiendo a uno en cada diez al analizar grupos vulnerables digitalmente, como aquellos que tienen poca formación educativa, menor renta y son mayores de 65 años.
Es evidente, que el muro digital no solo es una cuestión tecnológica o de infraestructura, sino que va más allá. Poseer un dispositivo es esencial, aunque lo más importante es la capacidad y posibilidad de usar las tecnologías de la información para ejercer diferentes funciones en el día a día.