NFT, tres letras que unidas, suenan a un futuro tan encantador como difícil de entender.
Detrás de esas letras se esconden las palabras Non Fungible Token o en castellano Token No Fungible. Los británicos la definen como un certificado único digital, registrado en un sistema blockchain que se utiliza para registrar la propiedad de un activo. Y aunque sirve para autentificar objetos físicos, resulta especialmente útil para darle solidez a los objetos digitales.
Estos activos digitales surgieron en la red blockchain Ethereum, que comenzó a utilizarlos para coleccionar CryptoPunks, aunque las posibilidades abiertas revolucionaron el mundo del gaming y, de ahí, estos tokens dieron el salto al coleccionismo en general.
La actualidad ha subrayado que los NFTs abren una nueva era a la creatividad. No obstante, como señalan los expertos de Banco Santander, el impacto de esta tecnología está llamado a realizar un análisis más profundo y resulta importante valorar cómo incorporarla a cualquier estrategia de transformación digital.
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