La compañía estadounidense Intel Corporation ha desarrollado “FakeCatcher”, el primer detector en tiempo real de deepfakes.
Según Intel, su sistema analiza el «flujo de sangre» en los píxeles de las imágenes o vídeos para conocer si el contenido es real o no en milisegundos, prometiendo una precisión del 96%. Para desarrollarlo, se implementará un hardware y software propio que se ejecuta en un servidor e interactúa por una plataforma basada en web.
Los expertos se centraron en la fotopletismografía, una técnica que mide la cantidad de luz que absorben o reflejan los vasos sanguíneos en el tejido vivo. Este cambio de color se produce cuando la sangre se traslada por las venas, algo imperceptible para el ojo humano pero computacionalmente perceptible en 32 ubicaciones del rostro, pudiendo así clasificar el contenido como falso o real.
Estos detectores son cada vez más importantes debido a que los deepfakes o vídeos falsos se han vuelto mucho más realistas, hasta el punto de utilizarse para realizar ciberdelitos. Además, su detección a simple vista se está convirtiendo en algo cada vez más complejo.