A pesar de ser un tema en la boca de todos, puede que su implementación esté lejos de convertirse en una realidad.
Los vehículos autónomos son automóviles capaces de desplazarse y percibir lo que ocurre a su alrededor con poca o casi ninguna necesidad de intervención humana. Actualmente ya se encuentran en el mercado coches con cierto grado de autonomía, pero conforme la tecnología avanza el objetivo es que puedan funcionar por sí solos. El Parlamento Europeo estima que el 95% de los accidentes de tráfico registrados en Europa involucran el error humano, por lo que consideran que la tecnología digital en los coches sin conductor puede ser una solución para reducir congestiones.
La inteligencia artificial juega un rol primordial en los avances tecnológicos, actualmente los vehículos con cierto nivel de autonomía cuenta con IA sencilla que funciona como apoyo para el conductor. El siguiente paso es que esta cuente con aprendizaje automático y profundo para poder no solo funcionar por sí solo, sino también para responder ante las situaciones que se presentan dentro de la conducción. Actualmente se está empezando a utilizar tecnología NASA que conecta la inteligencia artificial al automóvil con la actuación de las personas, esto con el objetivo de que los coches autónomos puedan reaccionar cuando un peatón atraviesa la calle o cuando hay algún desvío por obras en la carretera.
Dentro de los aspectos positivos de esta nueva tecnología, sale a relucir que los coches autónomos utilizarán energías alternativas que contaminan menos al medio ambiente. A la vez, se considera que se reducirán los atascos y que al estar programados para cumplir con las leyes de circulación, reducirán en gran medida los accidentes. El Parlamento Europeo estima que su incorporación en el mercado le traerá a la industria europea automovilística más de 620.000 millones de euros. Sin embargo, los retos que aún quedan por resolver sobrepasan todos los posibles beneficios.
La seguridad vial es un aspecto a tener en cuenta, ya que los vehículos autónomos compartirán carretera con otros no autónomos, motocicletas y bicicletas, por lo que reajustar las normas de tránsito será crucial. Que el humano no pueda intervenir si surgen problemas también puede representar un problema de seguridad, la tecnología puede ser muy avanzada, pero un fallo en el sistema puede ocurrir. También es importante tomar en cuenta las medidas de ciberseguridad que serán necesarias para proteger al vehículo de ataques cibernéticos.
Hacer que los sistemas de movilidad autónoma sean confiables y aceptados por gran parte de la sociedad también será un proceso que requerirá de tiempo. A pesar de que la tecnología digital y los coches autónomos parecen ser el futuro, hay muchos retos que deben tomarse en consideración.
- AUTOR: Equipo FAD2030
- FECHA: 4 de febrero de 2022
- ETIQUETAS: Inteligencia Artificial, Tecnología, Transformación Digital