No es el futuro, es el presente: Inteligencia Artificial para la recuperación económica post Covid

La inteligencia artificial es, sin duda, una de las tecnologías disruptivas con más impacto en la sociedad y en la economía. No se trata ya de una innovación futurista, sino que de una tecnología del presente que está al alcance de muchas empresas y emprendimientos. 

Sus beneficios y usos son múltiples, no sólo para la eficiencia y el desarrollo interno de las compañías: la aplicación de soluciones de inteligencia artificial tiene un rol clave en el contexto actual de crisis económica como una palanca de transformación y recuperación.

Las administraciones públicas lo saben. Por eso, tanto el Gobierno de España como la Unión Europea han incluido estrategias de desarrollo y fomento de la inteligencia artificial en sus planes de recuperación económica post Covid-19, entendiendo el valor que esta tecnología aporta a la transformación digital que los países requieren para salir adelante. 

La consultora PWC proyecta que para el año 2030 el PIB mundial aumentará en un 14% gracias a la inteligencia artificial. Su potencial transformador tiene que ver con que es una tecnología con una penetración en todos los sectores económicos, genera un alto impacto en sus soluciones y mejora la competitividad y el crecimiento del negocio. Asimismo, es clave para atacar problemas sociales, como la brecha digital y la transición ecológica.

Unión Europea: coordinación y regulación

Con esto en mente, la Unión Europea lleva años con su foco puesto en la inteligencia artificial, en cómo promoverla dentro del espacio europeo y en cómo regularla, todo acorde a ciertos pilares y valores, como que tiene que centrarse en el ser humano y ser sostenible, segura, inclusiva y fiable.

En 2018, la Comisión publicó su Estrategia Europea sobre la IA y, en paralelo, anunció el primer Plan Coordinado sobre la IA en el que se establecen una serie de compromisos entre los Estados miembros, con el objetivo de hacer al bloque más competitivo en este ámbito a escala mundial y de fomentar la innovación y el uso de esta tecnología. Así, se contempla la aceleración en las inversiones y la estimulación de la ejecución de estrategias nacionales de IA.

Dos años después, se presenta el Libro Blanco de la Comisión sobre la IA, en el que ésta expone su visión de un ecosistema de excelencia y confianza en torno a la inteligencia artificial, la cual se materializa en una propuesta de marco jurídico para la regulación de esta tecnología este año. 

España: la búsqueda del liderazgo mundial en IA

Por su parte, España busca ser un país puntero en el desarrollo de inteligencia artificial a nivel mundial y, sobre todo, el líder en el uso de la lengua española en esta tecnología. Para ello, puso en marcha su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) como una de las palancas del desarrollo tecnológico y económico del país posterior a la pandemia del coronavirus. 

Con ella, se busca promover la creación de empleo, la formación del talento nacional especializado y la atracción de talento internacional; incorporar la IA en el tejido empresarial y en la administración pública; fomentar la investigación, innovación y desarrollo de soluciones de esta tecnología; y movilizar la inversión de unos 4 mil millones de euros a través de la herramienta Next Tech para ayudar a las empresas a adoptar estas tecnologías.

Asimismo, uno de los 30 componentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) considera una inversión de 500 millones de euros, provenientes del Fondo Next Generation UE, a la ENIA.

No cabe duda que la inteligencia artificial tiene potencial transformador para la economía y es una palanca de desarrollo y recuperación tras la crisis económica generada tras la pandemia. 

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